*Mtro. Julio Eduardo Manzano Bizuet
Cada 4 de enero se conmemora el Día Nacional del Periodista en México, se eligió esta fecha, porque este día, pero de 1926; falleció en la Ciudad de México, el pionero del periodismo moderno, Manuel Caballero, quien sentaría las bases, a finales del siglo XIX y principios del XX, del reportaje.
Desafortunadamente, este 4 de enero no hay nada que celebrar, porque de acuerdo con Periodistas sin fronteras, desde hace varios años el asesinato de informadores se ha incrementado en México y en el mundo.
Para la organización en comento, durante el 2021, fueron asesinados siete periodistas en México, lo que ocasionó que la República Mexicana, fuera el país mas peligroso para ejercer el periodismo, seguido de Afganistán con seis y la India con tres homicidios.
El mismo panorama se repitió en 2022, porque México sigue ocupando el penoso primer lugar de asesinatos cometidos en contra de periodistas, en total 11; superó a Ucrania, país que es el segundo más peligroso para informadores debido a la cobertura de la guerra, murieron 8 comunicadores.
Cabe señalar que China e Irán son los países más peligrosos para las mujeres que ejercen la actividad periodística.
Ante la oleada de asesinatos, desapariciones, intimidaciones, atentados y otras amenazas en contra de periodistas, órganos públicos nacionales e internacionales han extendido el concepto de periodista o qué se debe entender por actividad periodística; por ejemplo, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: “advirtió al Estado que no debía existir una distinción entre periodistas ciudadanos y aquellos que trabajaban en medios de comunicación establecidos: La investigación de las amenazas o crímenes cometidos contra las personas que utilizan las redes sociales como mecanismo de comunicación masiva de sus ideas, opiniones e informaciones, especialmente de asuntos de interés público, debe ser asumida con la misma diligencia y especialidad que las investigaciones respecto de los crímenes cometidos contra periodistas profesionales”.
También el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas definió a los periodistas como: “una amplia variedad de personas, como analistas y reporteros profesionales y de dedicación exclusiva, autores de blogs y otros que publican por su propia cuenta en medios de prensa, en Internet o por otros medios”.
En el mismo sentido, la Recomendación General 24 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, proporciona un concepto exhaustivo de periodista: “incluye a todas aquellas personas que recaban, generan, procesan, editan, comentan, opinan, difunden, publican o proveen información a través de cualquier medio de difusión y comunicación, ya sea de manera eventual o permanente, lo que incluye a los comunicadores, a los medios de comunicación y sus instalaciones, y a sus trabajadores”.
Para quienes, en verdad, se ostentan como demócratas reconocen que la libertad de expresión y la pluralidad medios de comunicación son variables importantes para el debate público, garantía del derecho a la información y contrapeso de poder. No comprenderlo así, nos acerca a la dictadura o a la barbarie.