Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 22 de agosto de 2023.- Si a nivel nacional las “corcholatas” presidenciales han procurado violar todas las leyes electorales para promover su imagen, a fin de ser el o la elegida para suceder a Andrés Manuel López Obrador, en Oaxaca los morenistas no se quedan atrás, en busca de cualquier cargo.
El proceso electoral no ha iniciado de manera formal en México y en Oaxaca, pero quienes aspiran a una candidatura ya tienen muchos meses en campaña permanente, bajo cualquier pretexto, así sea barrer y limpiar calles por unos minutos, sólo para tomarse la foto.
Y las autoridades electorales, sea el IEEPCO o sea el INE, no se dan por enteradas, a pesar de la gran cantidad de bardas proselitistas pintadas en la entidad, al igual que pendones, lonas y espectaculares por doquier.
En cualquier parte del mundo, menos en México y en Oaxaca, eso sería delito electoral, pero como no hay autoridad que sancione, se queda en completa impunidad.
Y no por nada las ambiciones están desatadas, incluyendo la funcionarios de los tres niveles de gobierno, pero en particular en el gabinete del mandatario Salomón Jara Cruz, pues están en juego muchos cargos.
En el proceso electoral 2023-2024 —que se prevé inicie formalmente en la primera semana de septiembre, aunque eso no quiere decir que ya todo mundo pueda estar en campaña formal— se elegirá a nivel federal ni más ni menos que al titular de la Presidencia de la República, así como senadores y diputados federales.
A nivel estatal, 25 diputados locales y 17 de representación proporcional, así como presidentes municipales por el régimen de partidos políticos, que son 153.
Eso tiene desatadas las ambiciones de los políticos, pero particularmente los del partido Morena, porque los demás siguen durmiendo, o son muy respetuosos de las leyes o de plano saben que no tienen ninguna esperanza para ganar.
LOS MORENISTAS
Para el Senado de la República, despuntan y se han apuntado desde hace muchos meses Antonino Morales Toledo y Laura Estrada Mauro, aunque esta última con pésimos resultados al frente de la Secretaría de Bienestar. Otro más es Jesús Romero López, pero en la Secretaría de Gobierno que encabeza, ha sido más vilipendiado que alabado, por el cúmulo de protestas sociales.
Para las diputaciones locales y federales, muchos pretenden reelegirse, otros ya cumplieron los ciclos, pero varios andan promocionando su imagen sin ton ni son; uno de ellos, Sesul Bolaños López, que en el apellido y el parentesco lleva la penitencia y su desempeño legislativo nada más no le ayuda.
Pero particularmente ha llamado la atención que, en el caso de la capital del estado, una mayoría de morenistas desea la silla que dejará vacante Francisco Martínez Neri, que por su pésimo desempeño no podrá aspirar a la reelección, mucho menos a una diputación federal o una senaduría, habida cuenta que no tiene las simpatías del titular del Poder Ejecutivo, Salomón Jara Cruz.
Meses atrás día, varios legisladores locales se han dedicado a pintar bardas, cunetas y todo cuanto se preste a una fotografía.
Los más activos, Luis Alfonso Silva Romo, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, que ahora además inició la colocación de espectaculares por todos lados, así como anuncios en autobuses y todo tipo de propaganda.
Lo mismo hace Haydeé Reyes Soto, quien no sabe si quiere seguir en la 65 Legislatura, donde no tiene trayectoria destacada, y mucho menos ha visitado su distrito, Tlacolula, pero ahora le surgió el amor por la capital.
Otro, sin cargo administrativo, es Noé Jara Cruz, quien todos los días se toma fotografías de reuniones con reducidos grupos de personas en la ciudad de Oaxaca. Presume también obras que ni siquiera ha apoyado.
Ha basado su presencia y exigencias, en el poder de su hermano Salomón Jara Cruz, a cuyo nombre ata y desata reuniones y “aliados”, así sean impresentables, como es el caso de Confederación Joven, una organización violenta. Compromete apoyos del gobierno e incluso puestos de trabajo, pero en absoluto se ha granjeado la simpatía de los capitalinos.
Hay muchos nombres más, como la diputada local Liz Arroyo, que desea seguir en su cargo de representación popular… para seguir gestionando obras para su familia de constructores y presuntamente factureros.
¿Y LOS PRIISTAS?
El PRI sigue dormido a nivel estatal y a nivel municipal; su dirigente en Oaxaca, Javier Villacaña Jiménez, hace como que encabeza de vez en cuando reuniones de trabajo.
Visita muy de vez en cuando alguna región del estado y, contrario a su productiva labor de años atrás, ahora ha perdido el interés en reactivar al partido. Sólo está a la espera de el CEN priista lo ratifique o decida relevarlo en el cargo.
Y, en el colmo, ni siquiera ha renovado cuadros políticos y los pocos que quedan son los que han medrado siempre del partido, como Carmelita Ricárdez, Rebeca Cervantes, Amando Bohórquez, Elpidio Concha Arellano a través de su hija Liz Concha, y una larga lista de quienes en absoluto han hecho trabajo a ras de tierra y sólo disfrutaron de la época de oro del tricolor.
Así que con ese panorama, en la capital y en los demás cargos de representación popular por ahora no se ve nadie. Dudamos, por supuesto, que el PRI sea muy, exageradamente respetuoso de las leyes electorales y por tal no estaría realizando ninguna actividad proselitista.
Pero también extraño que hasta ahora no haya denunciado las abiertas precampañas o campañas de los morenistas.
Alejandro Avilés, sabedor de las negociaciones y acuerdos que ha hecho, incluso con Morena, es quien grita a los cuatro vientos que será el candidato al Senado, así sea sin hacer campaña o precampaña.
¿Y en la capital? Nadie, absolutamente nadie ha levantado la mano para aspirar por la candidatura municipal, en segundo trienio ya en poder de Morena.
Acaso el único, aunque en forma ciudadana y sin utilizar los tradicionales métodos priistas, es Martín Vásquez Villanueva, quien desde la calle, desde las colonias y desde la academia, ha comenzado a moverse, muy cuidadoso de las normas electorales.
La presentación de su libro sobre el Covid-19 le ha permitido entrar a los hogares y en reuniones pequeñas ha hablado lo mismo del cuidado de la salud que de su trayectoria política, radicado ahora desde hace muchos años en la capital.
Por cierto, hace unos días se difundió en medios de comunicación un video en que habla de acciones en materia de salud, que emprendió cuando fue secretario del ramo.
Fue adrede, para dejar en claro que pese a señalamientos de corrupción, no hay ni hubo demandas o procesos formales en su contra e incluso cuenta con un documento que lo exculpa de cualquier situación irregular.
Así que fuera de este político, no hay más y parece que nadie quiere ya disputar la capital porque se siente derrotado de antemano frente a los morenistas.
CHIQUILLADA AUSENTE
¿Y los demás partidos? Otrora poderosa oposición, ni el PAN ni el PRD están pugnando por recuperar sus espacios políticos.
Sólo en el Congreso del Estado, sus tres legisladores, dos de ellas mujeres, han puntualizado su real labor de oposición frente al morenismo —contrario al PRI—, pero de su dirigencia no se sabe nada.
En el PAN, la única que ha salido como voz en el desierto es Perla Woolrich, la secretaria General del partido, para dar conferencias semanales en que se ha dedicado a atacar al gobernador Salomón Jara, creyendo que así ganaría popularidad, más que plantear propuestas de refundación.
De los demás partidos, ni se diga: el PT, el PVEM y el PUP sólo son apéndices de Morena, como lo fueron antes del PRI, con tal de servir de comparsa, con tal de tener un ingreso seguro, a través de un cargo partidista o administrativo, con tal de no extinguirse en su totalidad.
Así que, aún sin iniciar el proceso electoral formal, la oposición a Morena ya se siente derrotada y como se ve, no tiene ninguna intención de dar una verdadera lucha política para arrancar al morenismo algunos cargos de representación popular que permitan el equilibrio democrático que tanto requiere el país y el estado.
¿Estamos en la antesala de un priismo a la antigua ahora de color guinda?