Julio Eduardo Manzano Bizuet*
Oaxaca de Juárez, Oax. 25 de marzo de 2020.- La globalización ha ocasionado que se acorten distancias. Día a día, tenemos información en tiempo real, podemos trasladarnos de un lugar a otro en cuestión de horas o minutos; empero, también ha ocasionado que las epidemias se conviertan en pandemias.
Nuevamente la humanidad se enfrenta a un problema de salud que se ha vuelto global. Hace siglos, Europa se enfrentó a la peste negra, también llamado peste bubónica, la cual exterminó a una tercera parte de la población del viejo continente.
¿Se imaginan vivir en una época donde no se conocía la razón por la cual se enfermaba la gente? En este tiempo, como en el actual, existieron personas que no hicieron caso de las recomendaciones sanitarias, por lo que gran parte de la población ubicada en ciudades europeas, acudieron a las tabernas para divertirse y llevar a cabo prácticas de promiscuidad, lo que ocasionó que la infección se propagara rápidamente.
Hoy gracias a la ciencia podemos escudriñar las formas de contagio y los ciclos biológicos de los microorganismos, además de contar con tecnología que pretende contener la infección.
Sin embargo, algunos Jefes de Estado y de Gobierno, hicieron caso omiso de las recomendaciones emitidas por organismos científicos.
Entre los representantes políticos que se mostraron reacios a tomar medidas preventivas para contener el COVID-19, fueron Bolsonaro, Boris Johnson, Andrés Manuel López Obrador, por citar algunos. Empero, en la conferencia matutina del 24 de marzo, el Presidente mexicano, conjuntamente con parte del gabinete, informaron que la República Mexicana se encuentra en fase 2 de la enfermedad; por lo que se observó un AMLO “más prudente” señalando que se evitará al máximo los abrazos y el contacto personal.
Habrá que ver la congruencia de las recomendaciones con los actos que realiza AMLO en eventos públicos, porque en cada conferencia matutina, llevada a cabo en Palacio Nacional, no se respetan los protocolos para prevenir el contagio del COVID-19.
A diferencia de otras épocas, actualmente, tenemos información en la palma de nuestra mano; no obstante también nos encontramos en la sociedad de la desinformación, porque a pesar de los medios de comunicación tradicional y digitales, existe un desdén por la evidencia científica, sólo basta ver a AMLO confiando en sus “amuletos” en contra del coronavirus.
Interpretando el discurso errático de la presente administración federal, podemos colegir que se intenta no crear pánico para reducir los riesgos e impactos negativas de paralizar el comercio y la industria; pero cabe precisar que la responsabilidad es de toda la sociedad, porque las personas siguen acudiendo a concentraciones masivas, sobre todo a destinos turísticos.
Nuestra responsabilidad como sociedad, es precisamente acatar las disposiciones oficiales, desafortunadamente, el gobierno federal mandó señales de poca preocupación por el virus, lo que ha ocasionado que varias personas sigan el ejemplo del titular de ejecutivo mexicano. En otras latitudes, incluso se está llevando a juicio a las personas que “rompan” la cuarentena, verbigracia, en Argentina, se ha iniciado proceso penal en contra de una persona proveniente del extranjero, que salió del aislamiento para acudir a una fiesta donde se encontraban otras 100 personas.
¿En México existe algún tipo penal, que sancione la propagación de enfermedades? El artículo 199-Bis del Código Penal Federal, establece el tipo denominado “peligro de contagio”, el cual consiste en lo siguiente: “El que a sabiendas de que está enfermo de un mal venéreo u otra enfermedad grave en período infectante, ponga en peligro de contagio la salud de otro, por relaciones sexuales u otro medio transmisible, será sancionado de tres días a tres años de prisión y hasta cuarenta días de multa. Si la enfermedad padecida fuera incurable se impondrá la pena de seis meses a cinco años de prisión. Cuando se trate de cónyuges, concubinas, sólo podrá procederse por querella del ofendido”.
En las próximas semanas, seremos testigos, si AMLO tenía razón, en no tomar medidas preventivas con antelación para evitar un desastre económico; pero en caso contrario, estaríamos ante una de las peores decisiones de los últimos tiempos.
El gobierno federal, ya dio el paso de reconocer la magnitud de la enfermedad, nos tocará a la sociedad respetar la cuarentena o seguir confiando en nuestra buena suerte.
Al final, usted, tiene la mejor opinión…
Julio Eduardo Manzano Bizuet. Ex Defensor de las Audiencias de la CORTV. Es licenciado en Derecho por la Universidad “José Vasconcelos de Oaxaca” (UNIVAS), maestro en Ciencias de la Educación por el Instituto de Estudios Universitarios (IEU). Docente actualmente de instituciones de los niveles medio superior y superior.