Oaxaca de Juárez, Oax.- En varios países del mundo, incluyendo México, este 14 de febrero la sociedad celebra el ‘Día del amor y la amistad’, una festividad que tiene su origen en el siglo III en Roma, donde un sacerdote llamado Valentín presidía en secreto los matrimonios en jóvenes, un acto prohibido por el emperador Claudio II.
Cada cultura ha contextualizado esta celebración y pese a que cada vez más las generaciones se deterioran, esta fecha predomina y enfatiza en lo comercial y en una tergiversación del significado verdadero del amor.
La humanidad tiene casi seis mil años de existencia en el planeta Tierra y desde su creación, está en constante corrupción; revela la Biblia.
Nuestro país, no es la excepción, y los registros de crímenes revelan que el 2019 ha sido el año más violento en México, ya que de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el año pasado fueron asesinadas 34 mil 582 personas.
Esto refleja que al día ocurrieron en promedio 95 homicidios, lo que convierte al 2019 en el año más sangriento desde 1997.
A ello, se agrega que los asesinatos de mujeres por motivos de género crecieron 137 por ciento en los últimos cinco años en México; en el 2019 a nivel nacional se tipificaron como feminicidio mil 06 casos, y en ese mismo año, se contabilizó el mayor número de mujeres víctimas de algún delito a comparación de años anteriores; con base en los registros, fueron 74 mil 632 mujeres quienes sufrieron algún delito que atentan contra la vida, la libertad personal, el patrimonio y la sociedad.
Los niños, son también una de las principales víctimas de la maldad, y es que en el país mexicano una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños sufren violación antes de cumplir la mayoría de edad.
La tasa de violación de menores de edad en México es de 1,764 por cada 100 mil, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este delito también ha incrementado un 56% en tres años, ya que mientras en 2015 se registraron 11 mil 894 casos, en 2018 se contabilizaron 18 mil 595.
El deterioro en el ser humano se ve reflejado también en el divorcio, y en México ha aumentado un 6.5% el número de casos. Tan solo de 2017 a 2018, el número de divorcios pasó de 147 mil en 2017 a 156 mil 556 en 2018, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2019.
En medio de este contexto, los seres humanos dicen celebrar el ‘amor’ y la amistad, pero, ¿qué es el amor?, ¿el hombre conoce en verdad el amor?.
La corrupción que vive el ser humano es una consecuencia de la separación de Dios, y mientras no esté reconciliado con Él, la maldad predominará en el hombre, y por consiguiente, no podrá conocer ni practicar el verdadero amor.
El problema del ser humano es que vive apartado de su creador y se niega a creer y a aceptar su amor; rechaza el pacto de amor más grande que Dios ha hecho con la humanidad que es a través del sacrificio de Jesucristo.
“Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación”; dice la palabra del Señor en 2 Corintios 5:19.
Es por ello, que mientras el hombre y la mujer se nieguen a aceptar y reconocer en su corazón a Jesús, estarán incompletos, y el mundo cada vez se deteriorá más.
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”; dice el Señor en 1 Timoteo 2:5.
Sin Dios, el hombre no puede amar, y solo existe atrapado en una mentira de lo que él cree que es, porque “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”, (1 Juan 4:8).
Es tan grande el amor de Dios hacia nosotros que para darnos una nueva oportunidad de vida, entró en piel humana, en forma de Jesús para redimirnos.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”, (Juan 3:16).
Solo ‘Yo soy el que soy’ es la fuente de amor, es él quien pone amor, sin él ningún ser humano puede ni podrá amar jamás.
Para quienes hemos sido alcanzados por la gracia, misericordia y amor, y hemos aceptado en nuestro corazón a Jesucristo, es primordial permanecer en la palabra de Dios y a manifestar su amor.
Cuando Jesús habla de los mandamientos enfatiza en el amor.
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, (Mateo 22:37-39).
Sin amor, nada somos.
(Escrito por Lizbeth Flores Barrera, cristiana | Periodista oaxaqueña)
