Oaxaca de Juárez, Oax. 27 de mayo de 2020.- Uno de los principales retos a los que se enfrenta un profesionista es el de hablar en público. Ésta es quizás la competencia laboral más efectiva para buscar impactar en otras personas.
Son tres las modalidades básicas para desenvolverse ante audiencias: en grupos cerrados, como en reuniones directivas, juntas, encuentros informativos, presentaciones de resultados, conferencias de medios y sesiones de trabajo; ante públicos masivos, es decir, en conferencias concurridas, auditorios llenos, asambleas y mítines; y frente a cámaras, con la frialdad de un aparato, sin público físicamente presente, pero virtual y potencialmente amplísimo.
Cada uno de los escenarios anteriores requiere el desarrollo profesional de cualidades distintas, sin embargo, en cualquiera de los casos, la fortaleza de hablar en público, se resume en tres conocimientos eje que son fundamentales. El primero es el de la comunicación verbal. Aquí entran las aptitudes entrenadas para exponer oralmente, desarrollar las ideas y, en general, traducir lo escrito al habla y comunicarlo a una audiencia.
El segundo eje con el que se tiene que trabajar es el de la imagen pública y sus elementos de comunicación no verbal. En otras palabras, postura, contexto, tono de voz, distancias, uso de los brazos y las manos, gestos y miradas, vestuario y en general una congruencia entre la persona y su mensaje.
Por supuesto que el tercer conocimiento eje tiene que ver con la construcción del discurso, un tema de altísima relevancia. Y es que, antes de decir algo que impacte, se tiene que elaborar una estrategia para ello, y definir al menos tres ideas particulares sobre un solo objetivo general que, a su vez, sea parte de un diseño integral. Al final de todo, un mensaje que convenza o invite a las personas a decidir debe construirse a partir de intención, claridad y congruencia.
*Jorge Oropeza. Presidente del Colegio de Profesionistas Compartir Conocimiento A.C.