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Inseguridad alimentaria

Paola Flores

Oaxaca de Juárez, Oax. 2 de mayo de 2023.- En 1967 los Valles Centrales de Oaxaca eran ricos en agua, no había preocupación para el riego de las cosechas y el cultivo de los alimentos.

Según recuerdan los más viejos de las comunidades vallistas, 1980 fue el año más lluvioso, los pozos se desbordaban. Pero en 1990 comenzó una sequía de la que Oaxaca no habría de recuperarse, una sequía que coincidió con la llegada de empresas trasnacionales al territorio que acapararon los recursos naturales de nuestro estado. 

A la escasez de agua se suma la urbanización desregulada, la mafiosa tendencia gubernamental de beneficiar y propiciar el extractivismo y la falta de políticas públicas orientadas a la producción agroalimentaria. 

Y por si faltara algo, próximamente planean retomarse proyectos como el Libramiento Sur, recién anunciado por el gobierno entrante como un eje fundamental para impulsar el desarrollo, proyecto que afectará cerca de 240 hectáreas de uso agrícola, tanto de riego como de temporal, pastizales y bosques. 

El proyecto del Libramiento Sur, impulsado desde hace más de 10 años consiste en una carretera de 67.5 km con 60 m de ancho y seis entronques. Se conecta con la autopista que va a Puebla y con la autopista y la carretera federal Tehuantepec-Oaxaca, corriendo al surponiente de la ciudad de Oaxaca. 

Atraviesa Soledad Etla, San Felipe Tejalápam, San Andrés Ixtlahuaca, San Pedro Ixtlahuaca, Cuilápam de Guerrero, Villa de Zaachila, Trinidad Zaachila, San Bartolo Coyotepec, Ciénega Zimatlán, Zimatlán de Álvarez, Santa Catarina Quiané, San Martín Tilcajete, San Bartolo Coyotepec, Santo Tomás Jalieza, San Juan Teitipac, Magdalena Teitipac, Santa Cruz Papalutla, San Jerónimo Tlacochahuaya y San Juan Guelavía. 

En el 2020, en medio de la pandemia del Covid-19, el proyecto se reactivó y a inicios de 2021 se dio a conocer su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), la cual fue evaluada y aceptada sin consulta pública a pesar de tener numerosos errores y omisiones.

Dicha destrucción del campo mexicano responde a los principios del modelo neoliberal. Que se suma a las tendencias gentrificadoras de las costumbres de nuestra entidad. A los políticos les encanta presumir la gastronomía de Oaxaca, los moles y caldos, pero no asegurase de que sobrevivan las cosechas de maíz, frijol, chile verde, tomate, cebolla, aguacate, nuez.

El financiamiento al campo ha sido el gran olvido histórico en nuestro país. 

A partir de 1988 se destruyeron mecanismos que resultaban fundamentales para el desarrollo agrícola y se orientó el apoyo público a la manipulación electoral. 

El campesinado de los Valles Centrales de Oaxaca se encuentra hoy en riesgo de desaparecer, a la par de toda la vida comunitaria de los pueblos, su cosmovisión social y natural y sus conocimientos milenarios. 

A pesar de que la agricultura campesina de esa región reproduce diversas variedades de cultivos nativos de gran valor cultural y económico, y que son indispensables para mantener la agrobiodiversidad y hacer frente al cambio climático. 

En particular, en la zona afectada por el Libramiento se han desarrollado distintas razas de maíz siendo la variedad más común la denominada bolita, las cuales deben ser protegidas de acuerdo con la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, publicada en el Diario Oficial de la Federación en 2020. 

En dicha Ley se establece la obligación del Estado a 1) fomentar la producción de maíz nativo; 2) garantizar la conservación in situ de sus semillas; 3) fomentar los procesos que permiten su constante diversificación, y 4) garantizar el derecho humano a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad.

Sin embargo las buenas intenciones han quedado eso precisamente, en buenas intenciones. 

En su reporte de diciembre pasado, el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) informó que el valor de las importaciones de maíz en México, en su mayoría amarillo y transgénico, se incrementó en 648 millones de dólares, al pasar de 5 mil 147 millones a 5 mil 795 millones de dólares entre 2021 y 2022. 

En 1856 Gregor Mendel comenzó a estudiar las alternativas existentes en la genética de las plantas, se preguntaba qué ocurriría si cruzaba una planta alta con otra baja, ¿obtendría una planta de tamaño intermedio? Descubrió así los rasgos dominantes y recesivos, dando origen, junto con Charles Darwin, Aristóteles, Fracis Galton y otros a la eugenesia: el medio tradicional de selección genética, en plantas, animales y humanos. 

Fue precisamente Galton quien dijo que “Lo que la naturaleza hace ciega y lentamente, sin piedad, el hombre puede hacerlo de forma previsora, rápida y amable.”

Desde que la genética de las plantas puede ser intervenida, el hombre se comprometió en perfeccionar los alimentos. Olvidando muy pronto que la naturaleza ya se encontraba perfectamente equilibrada para sustentar a la humanidad. 

Oaxaca padece hoy una peligrosa inseguridad alimentaria. 

¿Qué haremos al respecto?

Información retomada del Análisis crítico del proyecto del Libramiento Sur de Oaxaca, aspectos sociales, económicos y ecológicos, presentado por el  Consejo de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Territorio, el Grupo de Análisis Ambiental (GAA), el Instituto de Ecología de la UNAM y el Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad en 2021. https://lancis.ecologia.unam.mx/docs/libramiento_sur_oaxaca.pdf 

https://pages.uoregon.edu/adrianau/WebMapping/libramientosur/

Colaborador, FDN Oaxaca
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Colaborador, FDN Oaxaca
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