Oaxaca, en el cuarto lugar en el país con mayor índice de estos casos.
Lizbeth Flores Barrera
Oaxaca de Juárez, Oax. 30 de octubre de 2023.- Pasan de la 1:20 de la tarde del martes, es la hora en promedio de la salida de la escuela después de una mañana y mediodía de clases para los estudiantes de preescolar, primaria y secundaria.
Pero para José y Francisco (cuyos nombres fueron cambiados por su protección), de siete y ocho años de edad, la realidad es otra. Aunque llevan una mochila en su espalda, no precisamente es porque en ella traen sus libretas y libros, sino su mercancía: dulces y juguetes de figura de arañas; con la cual se dedican a trabajar en las calles de la ciudad de Oaxaca.
Adelante de los niños, que aparentemente son hermanos, caminan una mujer y un hombre quienes van al frente vendiendo también. El joven, asegura que los menores trabajan porque su abuelita está en el hospital, en cambio, entre los niños uno se dice que son hermanos, y otro lo niega.
-¿Me compra una araña?, dicen José y Francisco, -originarios de la comunidad indígena de San Mateo Tepantepec-, a las personas que transitan por las calles de la colonia Reforma, al norte de la ciudad de Oaxaca, mientras metros adelante los espera la pareja.
Ellos son dos niños que trabajan en el mercado laboral, aunque en la ley en México establece que no pueden laborar personas menores de 15 años.
Legalmente, la edad mínima de una persona para empezar a trabajar es que haya concluido la primaria y la secundaria, señala David Ezaú Pérez Montiel, subdirector de Integración y Análisis de la Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en Oaxaca.
Al presentar los resultados de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022, del INEGI, Pérez Montiel explicó que el trabajo infantil es “todo trabajo, de mercado o no, que priva a niños de sus derechos, su potencial, y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico”.
Por lo cual, el trabajo infantil contempla a personas ocupadas debajo de la edad mínima que es de 5 a 14 años; personas ocupadas de 15 a 17 años en ocupación peligrosa como las actividades agropecuarias, minería, construcción, lugares de trabajo en alturas, bares, cantinas, basureros, jornadas nocturnas, cargar cosas pesadas, horarios prolongados, entre otros; y personas de 5 a 17 años en trabajo doméstico no remunerado en condiciones no adecuadas, tales como en horarios prolongados, o con exposición a químicos, cortaduras, quemaduras, cargar cosas pesadas, por ejemplo.
En el caso de Oaxaca, en 2022 se identificó que existen 186 mil 881 niños y adolescentes, de 5 a 17 años, laborando, lo que representa el 18.5 por ciento de esta población existente en el estado, la cual es de un millón 8 mil 614.
De los más de 186 mil menores de edad laborando, el 11.8% está en ocupación no permitida, y el 8.4 en quehaceres domésticos no adecuados. En promedio 109 mil menores están en ocupación peligrosa. Esta población ha resultado afectada por el trabajo infantil, ya que ha abandonado la escuela y las actividades que realizan representan un riesgo en su integridad, señala el INEGI.
Debido a los índices de trabajo infantil, Oaxaca está dentro de los primeros cuatro estados del país con más casos: Guerrero, Chiapas, Nayarit, y Oaxaca en el cuarto lugar.
Pérez Montiel detalla que los estados del sur mencionados junto con Nayarit, que tienen población rural, son los estados con niveles más altos de menores de edad trabajando.
De los sectores en los que trabajan, el INEGI documentó que el 42.3% está en el primario, el 36.9% en terciario, el 16.3 en secundario, y el 4.5% no especificado.
Sobre las causas del trabajo infantil, la encuesta refiere que el 14.5% de la población entrevistada refirió que porque el hogar necesita de su trabajo; el 18.7% por aprender un oficio; el 28.5% por gusto o por ayudar; el 18% por pago de deudas, porque no estudia y otra razón -que implica el para pagar sus propios estudios o porque son el único sostén de su hogar-.
Los datos sobre trabajo infantil en Oaxaca han variado cada tres años, mientras en 2017 se detectó que hubo más de 169 mil menores de edad trabajando; en 2019 aumentó a 222 mil niños y adolescentes; y en 2022, se identificó a 186 mil 881 niños (de ellos, 117 mil son niños y 70 mil niñas).
Son miles de niños cuyos rostros ignora la sociedad y el gobierno, como el caso de José y Francisco, quienes en horario escolar han cambiado las libretas y libros por dulces y juguetes para vender por las calles de la ciudad de Oaxaca de Juárez, violentándose sus derechos.