Por Paola Flores
Oaxaca de Juárez, Oax. 23 de agosto de 2024.- Bajo el manto de Benito Juárez, la comunidad evangélica pregunta: ¿Cuál es nuestro delito? Luego de que los habitantes de San Isidro Arenal, en el municipio chinanteco de San Juan Lalana quemaran la casa de oración de la Iglesia Cristiana Interdenominacional (ICIAR), la crisis por la intolerancia religiosa en Oaxaca va en aumento.
Este 22 de agosto de 2024, creyentes y pastores de distintas regiones de la entidad se congregan en el monumento al Benemérito de las Américas en el Cerro del Fortín. Lugar donde también se ubica el Auditorio Guelaguetza y al que miles de católicos están llegando para el nombramiento de Luis Alfonso Tut Tún, como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Antequera.
Ambos credos dan manifiesto de su fe en el mismo lugar, pero en condiciones muy distintas. Los primeros han acudido a denunciar los delitos cometidos en su contra y la indiferencia gubernamental ante ellos. Los segundos han recibido todo el respaldo del Estado para su evento.
Son las 9:30 de un caluroso jueves. La concurrencia se concentra a los pies de la estatua del primer presidente indígena de México. El pastor Azael Ramírez, encargado de la ICIAR comienza su mensaje para los medios de comunicación y los feligreses reunidos. Se refiere primero a Juárez, como un hombre que buscó la libertad en todos los sentidos.
La libertad de creencias fue algo que él impulsó y dejó por escrito y firmado, sin embargo, en este tiempo ese legado de Benito Juárez realmente no está siendo cumplido, cuando él firmó esta Ley, firmó un cheque a favor de todos los ciudadanos mexicanos, cualquiera que sea su color, el rincón donde viva, le firmó un cheque donde le aseguraba que todos somos libres de profesar la fe que nosotros deseemos, pero ese cheque no ha podido ser cobrado…
El líder religioso pronuncia cada palabra con fuerza, por momentos los presentes nos encontramos frente a un sermón dominical, que incluye un implacable señalamiento hacia las autoridades.
En noviembre de 2023, unas cinco familias fueron expulsadas de San Isidro Arenal, agencia de San Juan Lalana, luego de que, en una Asamblea, la comunidad determinara hacer efectivo un acuerdo tomado en 1993, donde se estableció que en el Arenal la única religión que puede profesarse es la católica.
Desde entonces el resto de familias evangélicas que permanecieron en el pueblo sufrieron hostigamiento y persecución. Sus hijos ya no podían ir a la escuela, no podían comprar víveres, usar la luz o el internet, tampoco podían acceder al pozo. Han sobrevivido gracias al apoyo clandestino de la ICIAR. Durante nueve meses han ocupado veredas y caminos escondidos para hacerles llegar despensas.
Desde el 9 de enero de 2024, se presentó una primer queja por los atropellos, para el 17 de enero, la Dirección de Asuntos Religiosos del gobierno del estado, encabezada por Edwin Martínez Espíndola, los citó para conciliar y les aseguró que si bajaban las denuncias en redes sociales, ellos actuarían, pero nunca les entregaron una minuta de acuerdos.
El seis de agosto pasado, en la ranchería de Cerro Cajón, los católicos quemaron el templo de los cristianos evangélicos. Se llevaron todo lo que había en el predio, cortaron sus cafetales, destruyeron la propiedad e incluso se llevaron su ganado.
Se han cometido delitos, que en otro lugar ya se hubiera ejecutado una sentencia, lo lamentable es que lo que Juárez nos expresó no tiene cumplimiento en la presente administración, como cristianos somos respetuosos de nuestras autoridades, pero no podemos dejar de señalar que han minimizado el problema diciendo que no está ocurriendo nada, que han tratado de todas formas hacernos ver como una minoría.
Ante la quema del templo, el secretario de gobierno de Oaxaca, Jesús Romero López convocó a través de la Subsecretaría de Desarrollo Democrático a cargo de Carlos Pérez Campos Mayoral a una reunión entre los afectados y las autoridades el 20 de agosto en San Lorenzo, agencia de San Juan Lalana. Un gran número de miembros de la ICIAR acudieron a la mesa de diálogo, pero la reunión no se llevó a cabo. Los enviados del gobierno estatal se excusaron, alegando que la manifestación pacífica de los evangélicos impidió el diálogo.
El 21 de agosto, tres mujeres que habían permanecido en Cerro Cajón, mientras sus familiares acudían a la reunión, fueron torturadas por los católicos de San Isidro Arenal. Una turba llegó a la casa de Maximina Contreras Antonio, una mujer de la tercera edad que es parapléjica y Esmeralda Antonio y Cristina Hernández (madre e hija). Entraron por la fuerza, las sacaron a la calle, catearon a Cristina para quitarle sus celulares y las pararon frente a su casa, bajo el sol.
Mientras entraban y saqueaban sus pertenencias, se llevaron su coche, una moto, sus electrodomésticos. A las tres mujeres, las obligaron a ver cómo destruían sus casas. Luego cuando terminaron, las tomaron por la fuerza y las abandonaron en la carretera.
Jesús Romero López comentó en conferencia de prensa que esto era consecuencia de la manifestación del día anterior en el palacio municipal de San Juan Lalana: “Este grupo religioso está en su derecho de manifestarse, pero si queremos llegar a un diálogo con la otra parte, no es factible y hoy ahí están las consecuencias de lo que ocurrió ayer.”
Lo que Juárez expresó y a través de ese cheque que nos dio no lo podemos cobrar todavía porque hay rincones de nuestro estado donde no se puede profesar otra religión que no sea la que tradicionalmente conocemos ¿Cuál es nuestro delito, cuál es el delito por el que se nos acusa? El único delito que hemos cometido nosotros como cristianos es tener una creencia diferente…
La voz de Azael Ramírez se alza sobre el estruendo de los católicos reunidos al interior del Auditorio Guelaguetza. Un día antes un reportero le preguntó al nuevo obispo, Luis Alfonso Tut Tún que opinaba de la intolerancia religiosa que se presenta en Oaxaca. Y él respondió: Es un derecho universal la libertad de consciencia, yo respeto mucho la libertad de consciencia.
Un cristiano, empezando conmigo, vive respetando al que no tiene el mismo credo religioso, esa es una norma básica de la convivencia. Sin embargo, muchas veces por la complejidad de la vida, la complejidad de las estructuras sociales, se pueden dar casos en los que aparezca la intolerancia religiosa. Es un tema muy complejo porque también ciertos actos pudieran ser para tomar ventaja o provocar.
Ahora nos dicen que somos culpables, que nos culpen de todo lo que ha pasado, eso ya no es novedad para nosotros, si estos son nuestros delitos, queremos decirles que la intolerancia e indiferencia de las autoridades nos está llevando a movilizarnos así, a hacer visible lo que está ocurriendo no sólo en el Arenal, sino en muchos otros lugares de nuestros 570 municipios…
El gobierno del estado informó que han resuelto 14 conflictos religiosos y que actualmente existen cuatro activos, en la Sierra de Juárez, en la Mixteca y en la Cuenca del Papaloapan.
Esto se contradice con los datos recabados por defensores de derechos humanos y organizaciones dedicadas a auxiliar a los evangélicos perseguidos.
El abogado, Porfirio Flores detalló que actualmente existen 10 casos graves en la entidad y potencialmente riesgosos otros 20. En su experiencia, a lo largo de 20 años defendiendo a la iglesia perseguida, ha detectado que el problema fundamental son los Sistemas Normativos Internos, que vinculan cargos religiosos y civiles, los cuales chocan con el crecimiento exponencial de la iglesia evangélica en las comunidades indígenas.
El arzobispo de Oaxaca, Pedro Vásquez Villalobos hace tres días reconoció en la homilía del domingo del 16 de agosto que es mucho el daño que han hecho los usos y cstumbres en los pueblos.
“¿Quiénes quemaron el templo de los no católicos? Los católicos. ¿En este siglo con esas actitudes? ¿Dios estará de acuerdo? Dios no está de acuerdo. Me da mucha tristeza lo que a veces ha pasado (de intolerancia) en nuestras comunidades, me da mucho dolor y me da vergüenza”, dijo.
Al finalizar su pronunciamiento, el pastor Azael Ramírez, el pastor adjunto, Nemesio Salinas y el abogado y pastor, Porfirio Flores, junto a los fieles que asistieron, entonaron un himno: Firmes y adelante, Firmes y adelante, huestes de la fe / Sin temor alguno, que Jesús nos ve.
Y ante medios de comunicación pidieron que se aplique la Ley en San Juan Lalana. Los delitos que se han cometido —detallaron— son del fuero local y federal. Las mesas de diálogo del gobierno del estado, impulsadas desde enero de 2024 no resolvieron el problema.
Son 13 las personas afectadas, cuatro familias en total. Todos han salido de Cerro Cajón. La ICIAR busca reubicarlos en un lugar seguro hasta que se solucione el conflicto.
Luego de la manifestación pacífica, el gobierno del estado canceló la transmisión del nombramiento de Luis Alfonso Tut Tún, como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Antequera. Habían planeado transmitirla a través de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión.