Oaxaca de Juárez, Oax. 30 de julio de 2020.- Se estima que más de 12 millones de seres humanos a nivel mundial son víctimas del delito de trata de personas, ya que existen a alrededor de 500 rutas de tráfico de personas; tan sólo 32 de ellas se encuentran en la región de Latinoamérica.
Las estadísticas arrojan que este problema cobra 800 mil víctimas por año, esto sin contar el peligro que ha originado la internet y las redes sociales, donde se han creado puentes de forma anónima con los y las posibles víctimas, atrayéndolas hacia una red de contrabando, refiere la Congregación Mariana Trinitaria.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que aproximadamente el 30% de las víctimas de la trata de personas son niños y el otro 70% son mujeres y niñas. Los primeros, en la mayoría de los casos, se usan para realizar trabajos forzosos en situaciones precarias, mientras que las segundas son explotadas sexualmente desde muy temprana edad. Estas cifras no cuentan aquellos casos que se pierden entre el tráfico de órganos o se les obliga a incursionar en hechos delictivos como el tráfico de drogas.
Según informes de las Naciones Unidas, los grupos humanos que tienden a padecer este tipo de hecho delictivo son los desplazados, es decir, personas que han tenido que abandonar su país de origen, derivado de un conflicto armado o situación política que los impulsa a emigrar o pedir refugio a otra nación. Es aquí, cuando los grupos que se dedican al tráfico de personas toman ventaja.
Ante esta situación, México está situado como un país de origen, tránsito y destino de la trata de personas en cuestiones de explotación sexual y trabajo forzado. Este problema tiene como raíces la impunidad y la corrupción; asimismo, en muchas ocasiones, dicho fenómeno se encuentra vinculado a los flujos migratorios, la pobreza y la delincuencia organizada.
De acuerdo con el Diagnóstico sobre la Situación de la Trata de Personas 2019 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), de junio de 2012 a julio de 2017, se identificó un total de 5 mil 245 víctimas.
Del total de éstas, 85% son mujeres y niñas, el resto son hombres y niños. En cuanto a la nacionalidad, 84% son mexicanas, 13% extranjeras y 3% no se identificó su información. La mayoría de las víctimas se hallaron en los estados de Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí y Veracruz.
Por este motivo, en el año 2013, la Asamblea General de la ONU sostuvo una reunión en donde se decretó al 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata de Personas, con la intención de concienciar a las personas y, sobre todo, a los gobiernos acerca de la grave problemática que ha originado este delito a nivel mundial.
A pesar de que son muchos los países que poseen leyes nacionales en la lucha contra la trata de personas siguiendo los protocolos establecidos por las Naciones Unidas, el tráfico sigue siendo una realidad; es más, en muchos países las víctimas pueden hasta llegar a ser criminalizadas mientras que los traficantes quedan impunes.
Al respecto, la Congregación Mariana Trinitaria llama a los gobiernos a tomar medidas a favor de las víctimas. ¨Asimismo, desde la sociedad civil es importante alzar la voz por los millones de víctimas en todo el mundo, ya que es el momento de unir fuerzas y poner un alto a esta situación para lograr un buen desarrollo, así como la paz que el mundo y la humanidad necesitan¨, refiere la organización.
En este contexto, la organización señala que es importante contribuir al bienestar y desarrollo de los mexicanos, en particular de aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad o carencias, ¨por ello, a través del Ecosistema de Bienestar CMT, enfoca esfuerzos a temas específicos en categorías llamadas “cadenas”, que a su vez contienen componentes y soluciones integrales para su ejecución¨.
¨Cadenas como la de alimentación; vivienda; educación; seguridad humana; arte, cultura y juventud; así como inclusión productiva y financiera, además del Modelo de Medicina Alternativa “Escuchar al Cuerpo”, aportan soluciones que mitigan algunos problemas relacionados con los factores de migración, reduciendo las posibilidades de caer en una red de trata. Dichas cadenas reconocen y se apegan a directrices nacionales e internacionales como marco de desarrollo y de trabajo colaborativo en la búsqueda por seguir coadyuvando a generar bienestar en las comunidades y sus familias¨, señala.