Perspectiva

El impuesto a las profesiones

Oaxaca de Juárez, Oax. 16 de diciembre de 2019.- Se puso de moda ponerle un impuesto a las profesiones. Estados como Chihuahua, Yucatán, Colima, Quintana Roo y Tlaxcala ya cuentan con un gravamen en sus leyes de ingresos de entre el 2 y el 4 por ciento al ejercicio de las actividades que realizan las y los profesionistas. Las formas para aplicarlo varían, aunque básicamente afecta a quienes no pagan el Impuesto al Valor Agregado.

El caso de Oaxaca debe destacarse. Y es que en una semana en esta entidad lograron convocarse y organizarse las y los profesionistas colegiados para reflexionar, difundir y gestionar institucionalmente la eliminación de esta posibilidad tributaria. Y lo lograron.

Existen cuatro elementos qué argumentar antes de gravar a las profesiones. El primero es que un impuesto de este tipo no resuelve la captación de mayores ingresos estatales, sin embargo, esto último sí se logra a través de mejores mecanismos de recaudación en los gravámenes ya existentes. También, ponerle un impuesto al ejercicio profesional es un contrasentido al desarrollo, ya que significa atentar contra el principio de la profesionalización como un valor del mérito académico, es decir, implementarlo es castigar la educación.

El tercer elemento corresponde al impacto que todo impuesto de esta naturaleza tiene en el usuario o usuaria final, ya que el costo mayor siempre se trasladará al pueblo mismo que es quien consume. Finalmente, el último argumento para no gravar a las profesiones es la necesaria apuesta que las autoridades deben tomar para, antes de subir impuestos, brindar estímulos o facilidades fiscales para atraer inversión, crear nuevos negocios y fomentar la productividad.

*Jorge Oropeza. Presidente del Colegio de Profesionistas Compartir Conocimiento A.C.

Colaborador, FDN Oaxaca
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